Maggie (2015)

CRITICA: Maggie es una película que aborda el genero zombie desde una perspectiva diferente, desde el plano mas dramático, algo que ya se ha visto antes y que actualmente sobrelleva The Walking Dead de manera ejemplar. Aunque hay que decir que en Maggie no hay matanza indiscriminada de zombies como en TWD en cada capitulo a modo de adornar lo que es verdaderamente importante allí, la supervivencia de los personajes y como evolucionan ellos en un contexto tremendamente hostil.

Por eso Maggie no sorprende porque era algo sabido que este iba a ser el tono de la película, mostrar a unos padres devastados porque su hija se va convirtiendo en un zombie podrido. El film es muy sentido y desde la dirección lo deja claro ya desde los primeros compases, una película con tono cuasi-existencialista donde propone al espectador ponerse en el pellejo de ese padre resignado, esa madre con miedo, esa hija que intenta de alguna manera vivir sus últimos momentos con algo de felicidad, ese camino hacia una muerte segura que deja a uno pensando y replanteandose cosas, mirar a la muerte a la cara es algo que cambia completamente las prioridades de una persona.

En medio de todo tenemos a este hombre, que no tendrá un gran talento como otros actores pero tiene algo del que carece la mayoría, algo que se llama ‘presencia escénica’. Pocos tienen el porte y la mirada de Arnold ‘Schwarz-nigga’, en el que no necesita de grandes diálogos para destacar y es algo que la direccion sabe aprovechar muy en Maggie. En esta ocasión no vemos a un Arnold todopoderoso que podía acabar el solo con un batallón entero y al que estuvimos acostumbrados durante tantos años, sino el Arnold mas terrenal, vulnerable, el que siente y eso es algo importantisimo para la carrera personal del actor Austriaco porque demuestra que también puede ser un actor versátil y no encasillado a los mismos papeles. Abigal Breslin actuá correctamente pero el papel que tenia daba lugar para un lucimiento mucho mayor que no estuvo allí, no es mala actuación pero personalmente esperaba mucha mayor intención. De lado queda la siempre excelente Joely Richardson, lamentablemente de aparición algo corta para mi gusto.

A nivel de dirección el joven Henry Hobson lo hace bien, la película tiene intención, sus planos son inspiradores, quizás a veces un poco empalagoso en su tono existencialista pero siempre logrando su cometido. El momento final es sin dudas para enmarcar, una secuencia maravillosa.

Probablemente algunos esperaban otra cosa al pertenecer al genero zombie pero se agradece este tipo de propuestas, una película sentida desde el punto de vista de la dirección y desde la actuación, quizás un poquitin melosa, pero recomendable si quieres ver una película de zombies desde el lado mas crudo y emotivo.

Saludos a todos y cuídense en las noches.