ISABELLE (2019)

CRITICA: Primero fue Annabelle, después Jessabelle, y ahora Isabelle! ¿Qué vendrá después? No sé, pero si van a ser como esta película, por mi bienvenido, más pasto para mi caballo.

Tengo que ser sincero, no esperaba gran cosa de esta película, pero me sorprendió gratamente, a pesar de su falta de originalidad.

Isabelle trata sobre una madre que pierde a su hijo y entra en una depresión bastante fuerte. No sabemos cómo, esto tiene algún tipo de relación con la hija de una señora en silla de ruedas, que siempre esta observando desde la ventana de su habitación, y que parece obsesionada con la protagonista.

Una mujer con un grave stress post-traumático, un marido ausente que no cree en nada, ya se vieron antes, sobretodo este último elemento. El marido-esposo nunca cree en nada en las películas de terror, es un cliché bastante molesto y que está nuevamente presente aquí. Si dejamos de lado estos factores, y que no es una cinta que intente redefinir el género, tiene los condimentos, el suspenso y el terror suficientes como para recomendarla.

Ya de plano, una chica con cara de muerta mirándote por la ventana fijamente día y noche, reconozcamos que es un poquito intimidante. Es como el sello de identidad de esta película. Cuándo te preguntan ¿viste Isabelle? ¿De qué nos vamos a acordar? De esa la chica esa de ojos rojos que miraba desde la ventana.

La película aprovecha bien este punto y hace otra cosa bastante bien, que es jugar al misterio sobre la condición de la protagonista. ¿Se volvió loca o no? ¿Isabelle está viva o es el fantasma de Isabelle? Las cosas no están del todo claras durante el gran transcurso de la película, y eso ayuda al misterio, y el misterio hace que te enganches.

El miedo está allí y hay de todo un poco, el miedo que genera Isabelle allí en esa ventana, pero también se hace valor en los sustos algo más básicos. Interesantes y no abusa de ellos, todo en su justa medida, para que no se convierta esto en un festival de scare-jumps y nada más. La ambientación es interesante y se decidió a nivel de fotografía darle un tono grisáceo de colores más apagados luego de los minutos introductorios. Esta decisión a nivel visual no es caprichosa, sino que se hace para acompañar ese mazazo que fue perder un hijo a punto de nacer, que cambia la vida de la pareja.

A nivel de ritmo muy bien, no se vuelve aburrida ni pesada en ningún momento y las actuaciones son dignas, pero repito, Adam Brody esta encasillado, en esta película, al esposo que no cree en nada. Amanda Crew muy bien como siempre, me gusta como trabaja en general.

La película que dirige Robert Heydon no tiene el guion más elaborado, como Us muchísimo más promocionada que esta película, pero tiene algo quizás más importante, ambientación, terror, suspenso, intriga… es seria, oscura, directa y, sobretodo, nada pretenciosa. Por eso, es recomendable. Un saludo a todos y nos vemos en la próxima.