BOAR (2018)

CRITICA: Boar podría pasar por una monster-movie de serie B cualquiera, pero con aroma australiano. Aunque la película se esfuerza en presentar a personajes un tanto más desarrollados que en otras películas del género, no tarda mucho es desnudar su propia naturaleza.

A pesar de contar con leyendas como Moseley, el exluchador profesional Nathan Jones y John Jarratt (El asesino de Wolf Creek) dentro del reparto, muy pronto ese interés en focalizar en los personajes y en algunos diálogos divertidos, se va literalmente a la mierda para mostrar a una criatura que sale de las sombras para matar cualquier cosa que se le cruce, sin mucho cerebro.

Hay una cosa que no se puede negar, ese jabalí gigante es muy insistente, ni siquiera parece comer a sus víctimas, simplemente los mata por placer, y así rápidamente al siguiente pendejo que tenga la mala suerte de cruzarse con él. En este aspecto, si no te interesa para nada una buena historia y solo quieres ver un jabalí gigante comiendo gente sin parar, la película se puede hacer hasta divertida de ver, incluso con algunos efectos especiales ‘cutrongos’. Sin embargo, si eres de esos cinéfilos empedernidos que no dejas pasar esas cosas, la película te parecerá de las peorcitas del año.

Si estuviésemos en plenos años ’80 y alquiláramos esta película en el videoclub, tranquilamente podríamos considerarla de culto, sin ser una obra maestra del sub-genero monster-movie…PERO, no estamos en los ’80, y la verdad, personalmente esperaba algo mejor, sobretodo a nivel de efectos, en el que la película posiblemente hubiese ganado mucho.

No podría decir que es rematadamente mala, porque tiene pasajes divertidos y tiene gore! Pero tampoco podría recomendarla con los ojos cerrados. Creo que esta puntuación es la justa, se las dejo a su criterio amigos. Nos vemos en la próxima.