Still Born (2018)

CRITICA: Del defecto una virtud, y de la virtud un defecto. Still Born utiliza algunos de los elementos clásicos del terror para su propia conveniencia, mientras nos propone una historia de temática tétrica llena de un solo misterio ¿está pasando de verdad o la mina está loca?

Los elementos clásicos del terror son reconocibles y Brandon Christensen los utiliza bien, la atmósfera esta, tiene momentos realmente creepy, tiene ese ‘timing’ para asustar y hay una buena utilización de las melodías, un combo correctamente realizado que hace a la película entretenida cuando intenta generar inquietud.

Probablemente lo mejor de Still Born, además del párrafo anterior, sea el mantener ese aire de intriga que generan las apariciones o alusiones de la protagonista, cualquier respuesta parecería ser la correcta en determinado momento y eso anima a seguir al pie del cañón. El ritmo de la cinta también es el adecuado, con una duración justa para cerrar todo con un moño.

A nivel de actuaciones, Christie Burke no es la mejor actriz que haya visto pero tiene aspecto de que se le zafó un tornillo, y eso suma. Su papel es el correcto para lo que exigía el protagónico. También se puede ver al legendario Michael Ironside haciendo de psiquiatra ¿Cuántas películas tiene ya? ¿200?

La gran limitación de Still Born es que es ultra clásica y tiene momentos reconocibles de otras películas. Esto no es necesariamente algo negativo si se hace bien. Es como contar un chiste viejo, si lo haces bien, todavía hace reír, ahora si cuentas un chiste viejo y encima eres malo contándolo…que dios se apiade de ti. Tampoco quiero decir que la película sea una copia de otras, solo algunos elementos.

Still Born es una película de terror entretenida que no puede fallar en una recomendación. Probablemente no sea lo mejor que vas a ver en 2018, pero cumple con el objetivo de alimentar tus pesadillas. Un saludo a todos y nos vemos en la próxima.