POSSUM (2018)

Las alucinaciones del pobre titiritero es el protagonista de todo. Lo más destacado es el estilo de filmación y el montaje de la película, parece un viaje dentro de una mente rota, las melodías tienen mucha presencia y escenas fugases con las apariciones de aquella marioneta que de repente cobra vida para atormentar al protagonista. Esto claramente tiene elementos ‘exotéricos’, y esa marioneta representa algo más.

El problema de la película es que probablemente es demasiado lenta y la actuación de Sean Harris no es lo suficientemente buena como para llegar a empatizar con él, o que genere algún sentimiento. Tampoco la revelación termina siendo absolutamente sorprendente o que no esperes en lo absoluto.

Por esto, Possum se apoya demasiado en el estilo y poco en la sustancia. La estética por momentos atrapa, las apariciones fugases, la música, pero no hay nada más allá de esos momentos, sin un hilo conductor fuerte que una las piezas. Toda la película se siente como demasiado ‘random’, en donde  lo único que importa es la presencia de la marioneta y cual sera la próxima alucinación del protagonista, todo lo que ocurre en medio carece de interés.

No podría recomendar realmente Possum co los ojos cerrados, aunque si tiene algunos momentos perturbadores, eso si. Un saludo a todos y nos vemos en la próxima.