Beatus – Welcome to Mercy (2018)

CRITICA: Hay algo que no se puede negar de esta película, Tommy Bertelsen es extremadamente bueno con la cámara. Los planos son muy buenos, la fotografía en general, logra sacar lo mejor de las sobrias interpretaciones en una ambientación de terror ‘ruralense’ que invita a seguir mirando.

La historia tiene unos entresijos indescifrables en los primeros compases y hay un giro de guion que debo aceptar que me dejo como una mula comiendo naranjas. Pero, nuevamente aquí hay un ejemplo de la batalla interminable del estilo sobre la sustancia.

Entre tanta parafernalia artística y primeros planos del que seguramente el director se sentirá orgulloso, el ritmo de la película lo palidece, el desarrollo se vuelve demasiado pastoso y no consigue transmitir toda la tensión que debería.

Tenemos una historia de posesiones demoniacas dentro de la ambientación de un extraño convento y alucinaciones sobre un pozo a lo The Grudge, pero la película de Bertelsen no consigue dar miedo en ningún instante, quizás por esa fijación de que todo el estilo de filmación sea lo más perfecto posible, pero aquí falta ritmo, suspenso, más terror, más maldad, que ayuden a adornar una historia a que a priori parece interesante.

Las actuaciones son un punto a favor, la naturalidad de la morocha Kristen Ruhlin y su carita redondita y perfecta, la vieja Svetlana Ivannikova con su semblante de mala hostia o el viejo Juris Strenga como el sacerdote. A nivel actoral, la película se siente bien, a la altura de su aspecto visual.

La historia es posiblemente lo mejor de la cinta, logra engañar vilmente e incluso en el final tiene otra jugada perversa, por momentos emocionante hasta las lagrimitas. Es una pena que la manera de contar esta historia haya sido tan carente de ritmo y explosión, porque tenían todos los elementos a la mano.

Beatus no es una mala película de terror, pero tampoco extremadamente buena. Para ver con reservas. Un saludo a todos y nos vemos en la próxima.